¿Qué fue primero? ¿El conocimiento o la experiencia? ningún ser humano nace dominando un idioma o las matemáticas, ¡mucho menos cómo valerse en la sociedad!
Conforme crece, forma parte de la gran escuela de la vida, pero su primera formación válida ante la sociedad no comienza hasta el preescolar o la primaria. A partir de este momento, somos bombardeados por procesos, lecturas obligatorias, evaluaciones y fechas importantes a recordar. Cada número de un valor entre 1 y 100 nos dice cuánto aprendimos de lo que el profesor colocó en el pizarrón, pero ¿En qué parte de este proceso fuimos evaluados por lo que ya conocíamos o éramos capaces de hacer antes de recibir las instrucciones de un juego que ni siquiera comprendemos?
Es aquí donde el socio constructivismo hace su aparición. Con la necesidad de que los pequeños se den cuenta de qué tanto son capaces de hacer valiéndose de su entorno y qué tanto conocimiento poseen con el fin de no repetirlo y mejorar la calidad de su aprendizaje.
Te preguntarás: ¿Qué sucede entonces con el profesor?
¡Su rol no deja de ser igual de importante! es él quien facilitará y proveerá el conocimiento, más que como un instructor que dicta lo que se debe hacer.
En la actualidad, somos testigos de cómo el socioconstructivismo transforma la educación de nuestros hijos en algo más que solo conocimiento cognitivo; es una escuela de vida y experiencias que permitirán desarrollar su criterio y capacidades adaptativas, vitales en el día a día de todos los humanos en la actualidad.