¡Y qué alivio! como bien lo planteó Darwin: “adaptarse o morir”.
Pues cuando hablamos de educación, habrá padres dispuestos a pagar por las mejores escuelas, otros, se ajustarán a sus presupuestos y finalmente, aquellos que lo dejarán al azar.
Lo cierto es que cada decisión tomada, nos afectará a todos por igual.

¿No lo crees?

Hemos sido testigos de los grandes descubrimientos de mexicanos que han dejado su huella en el mundo. Invenciones que mejoran nuestra calidad de vida, salud e incluso entretenimiento. ¡Y solo se trata de unos cuantos!
Ahora imagina todos los cambios positivos que podríamos tener con jóvenes preparados y conscientes de las carencias del mundo; de las necesidades prioritarias y de la falta de humanidad para tendernos las manos los unos a los otros.

Sería fantástico ¿No?

¿Pero qué pasa con la otra cara de la moneda? Educar a los jóvenes de forma descuidada puede dejarles incapacitados para buscar soluciones por sí mismos, pues se crece con la creencia de que se les proveerá de todo con solo pedirlo. A la larga, solo creará un efecto dominó que arrastrará los logros de proyectos sustentables a la basura, o una solución en algo completamente obsoleto por la falta de interés.

Como centro educativo, es nuestro deseo invitar a los padres a concientizarse de la situación actual. Pensar detenidamente ¿Qué es lo que queremos y qué mundo dejaremos a nuestros hijos?

Conoce nuestro programa educativo, será un placer para nosotros asesorarte.